Imagínate una casa que, además de no emitir ni un gramo de
CO2, produjera un sobrante de energía suficiente para que un coche eléctrico
recorriera más de 20.000 kilómetros. Este sueño de cualquier ecologista ya
existe. Se levanta en la ciudad noruega de Larvik, al sur de Oslo, y es el
fruto de la colaboración de dos entidades de ese país: la firma de arquitectura
Snøhetta y el Centro de Investigación de Edificios con Cero Emisiones (ZEB).
Esta vivienda unifamiliar de 200 m2 obtiene casi toda su
energía de paneles y colectores solares instalados en su tejado, que se orienta
al sureste y presenta una inclinación de 19 grados, para capturar tanta luz
como sea posible en esa latitud. Esos parámetros pueden modificarse y aplicarse
en otros edificios en función de donde se construyan y las horas en que
necesiten más suministro. Energía geotermal procedente de un pozo en el
terreno, materiales eficientes y una distribución que contribuye al control de
la temperatura completan este proyecto, que servirá como laboratorio para
aprender a construir hogares sostenibles. En esta infografía se explica cómo
funciona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario